La sustitución del blasón como elemento central, por un campo escénico o de fondo rojo, representa una innovación que rompe con las normas heráldicas medievales, notablemente aristocráticas.
De la misma manera, Checoslovaquia conservó su escudo con la heráldica tradicional, aunque le agregó una estrella roja en la parte superior, para simbolizar al comunismo.
Con la desaparición de la Unión Soviética y el régimen socialista en sus países satélites, la heráldica fue reemplazada por antiguos símbolos tradicionales previos al dominio comunista o bien emblemas enteramente nuevos.
Asimismo, en la República Popular Democrática de Corea es un emblema nacional al más puro estilo socialista.
En África son los emblemas de Angola y Mozambique los que aún mantienen vivo el estilo soviético.