Sigurd Eriksson fue un caudillo vikingo de Noruega, hermano de la reina consorte Astrid Eiriksdotter, esposa de Tryggve Olafsson y por lo tanto tío del rey Olaf Tryggvason.
Según Heimskringla del escaldo islandés Snorri Sturluson, un poco después de la muerte del rey Tryggve, Astrid dio a luz a su hijo Olaf en un islote en fiordo de Randsfjorden, donde se mantenía escondida de Harald II de Noruega, el asesino de su esposo que pretendía unificar Noruega a cualquier precio.
Astrid decidió marcharse a Garðaríki donde su hermano Sigurd estaba por aquel entonces al servicio del rey Vladímir I de Kiev.
En el mar Báltico, el barco fue asaltado por una banda de osilianos (vikingos estonios), y sus pasajeros fueron asesinados o vendidos como esclavos.
Sigurd Eriksson, visitó Estonia en su función de recaudador de impuestos y, al encontrar a un niño de gran belleza, le preguntó acerca de su familia y coincidió que se trataba de su sobrino; Sigurd compró a los dos niños a su amo y los llevó con él a Nóvgorod, donde vivieron bajo la protección del rey Vladimir.