El corrido del Siete Leguas, El Siete Leguas o simplemente Siete Leguas, es un corrido popular mexicano, considerado uno de los corridos más representativos de la Revolución mexicana y al menos en su versión más popular y moderna, está atribuido a Graciela Olmos.
Las fuentes aquí propuestas no mencionan la fecha aproximada de la composición del corrido, pero alguna de ellas menciona que fue en Tampico donde Graciela lo compuso,[7] ya que después de la revolución, Graciela Olmos vive una etapa donde contrabandeó licor hacia Estados Unidos, pero al concluir dicha etapa y regresar a México, se establece por un tiempo en aquella ciudad, fundando o participando en una compañía artística.
En una ocasión,[nota 1] en una fiesta ofrecida por el general Calles en Cuernavaca con parte de la alta jerarquía del estamento militar, Graciela Olmos estrena su composición o su versión del corrido "El Siete Leguas".
Así también en la segunda y tercera estrofas; los dos versos de inicio, son también los dos versos finales: En la cuarta estrofa, quien canta interpela directamente al general Villa: Y en la última estrofa se despide quien canta, pero introduce en los últimos cuatro versos al general Villa, repitiendo el tercer verso en el quinto, enfatizando la presencia del héroe que viene a reivindicar al pueblo, a cambiarlo todo En las distintas interpretaciones, el orden de las estrofas de la segunda a la cuarta suelen variar, pero la primera y última estrofas se mantienen en prácticamente todas las versiones.
[9] La mayoría de la interpretaciones son de cantantes mexicanos, aunque de fama internacional, como por ejemplo: Antonio Aguilar, Chayito Valdez, Francisco “El Charro” Avitia, Ignacio López Tarso, Lola Beltrán, Las Jilguerillas, Los Alegres de Terán, Los Hermanos Zaizar, Lucero, Lucha Moreno, Lucha Villa, Luis Aguilar, Vicente Fernández y Yolanda del Río.