Ha sido descrito como "la voz más fuerte" sobre las atrocidades que se cometen en Corea del Norte por un miembro del comité de las Naciones Unidas sobre el estado de los derechos humanos en el país asiático.
Nunca tuvo una relación fluida con su hermano dada la diferencia de ocho años que había entre ellos.
Según Blaine Harden, Shin fue al colegio de primaria y secundaria cuando estaba en el campo.
Su educación no incluía propaganda ni cualquier tipo de información básica sobre Corea del Norte, así como nada relacionado con el culto a la personalidad a Kim Il-sung o Kim Jong-il.
El campo 14 posee dentro de sus vallas una presa hidroeléctrica, minas, granjas y fábricas en las que los prisioneros eran obligados a trabajar.
Shin sufrió actitudes considerablemente violentas y presenciaba docenas de ejecuciones todos los años.
En el campo, Shin aprendió a sobrevivir bajo cualquier concepto, para lo cual tuvo que comer ratas, insectos y ranas, así como delatar a los compañeros de campo que habían infringido las normas.
Cuando tenía 13 años, Shin escuchó a escondidas cómo su madre y su hermano mayor planeaban escapar del campo.
Este método de tortura le provocó a Shin graves quemaduras y heridas, cuyas cicatrices aún conserva.
En una entrevista para el programa estadounidense 60 minutos, de la CBS, Shin reconoció que "si pudiera estar con mi madre y mi hermano a través de una máquina del tiempo, volvería atrás y me disculparía ante ellos".
Aun así, Shin sufrió heridas por electrocución en sus tobillos que tardaron semanas en cicatrizar.
Tras escapar, Shin descendió por la colina helada y encontró una granja, en la que robó un uniforme militar.
Finalmente, consiguió atravesar la frontera con China cruzando el río Tumen después de sobornar a los guardas fronterizos con comida y cigarrillos.
Después de esto, su historia llegó a la prensa surcoreana y publicó unas memorias en coreano que no tuvieron mucho éxito.
Shin se mudó a California, se cambió el nombre a Shin Dong-hyuk en un intento de "reinventarse como hombre libre" y trabajó para Liberty in North Korea, una organización sin ánimo de lucro que trabaja para la recuperación de los derechos humanos en el país y proporciona ayuda a refugiados norcoreanos.
Shin describió su vida personal en Corea del Sur en una entrevista con el periódico Financial Times: "En realidad no sé nada sobre música.
Me fijo en los colores y en la manera en que se presenta la comida en el plato pero es muy difícil elegir.
Cuando llegué por primera vez a Corea del Sur, era tan codicioso que solía pedir demasiada comida.
Ahora sé muy bien que es usted un famoso jugador de baloncesto estadounidense retirado con muchos tatuajes.
Durante más de 50 años, Kim Jong Un, su padre y su abuelo han utilizado prisiones como el Campo 14 para castigar, matar de hambre y hacer trabajar hasta la muerte a personas que el régimen decide que son una amenaza.
Junto con las historias de muchos otros supervivientes del campo, mi relato ayudó a persuadir a las Naciones Unidas para que creara una comisión de investigación que ahora está investigando las atrocidades contra los derechos humanos en mi país.
Termino esta carta con la esperanza de que puedas utilizar tu amistad con el dictador para ser amigo del pueblo norcoreano."
En 2012, el periodista Blaine Harden publicó Escape from Camp 14: One Man's Remarkable Odyssey From North Korea to Freedom in the West, traducido al español como Evasión del Campo 14.
El director ejecutivo del Comité estadounidense para los derechos humanos en Corea del Norte, Greg Scarlatoiu, dijo que el libro había tenido un papel importante a la hora de fomentar la conciencia pública sobre los campos de concentración norcoreanos.
El documental alemán Camp 14: Total Control Zone, dirigido por Marc Wiese, fue publicado en 2012.
Shin había dicho anteriormente que no tenía conocimiento previo del plan.
También se afirma que él había estado extendiendo "información ridículamente falsa" sobre derechos humanos.