Severiano de Gabala

Sus contemporáneos lo consideraban un gran predicador, y era conocido como el autor de comentarios bíblicos y sermones: «vir in divinis Scripturis eruditus et in homiilis declamator admirabilis fuit».

El teólogo católico alemán Johannes Quasten (1900-1987) lo describe como «lleno de odio» contra los judíos y los herejes.

[5]​ La posteridad ha conservado su nombre debido al prominente pero lamentable rol que desempeñó en la deposición y destierro del arzobispo Juan Crisóstomo.

[1]​[6]​ Debido a las tensas relaciones entre el arzobispo san Crisóstomo y la opulenta emperatriz Eudoxia, Severiano pronto tomó una decisión hacia su benefactora debido a sus intereses económicos.

También firmó la sátira contra Crisóstomo que Teófilo de Alejandría envió al papa Inocencio I.

[1]​[8]​ Incluso se atrevió a proclamar desde el púlpito el éxito de su partido inmediatamente después del primer destierro de Crisóstomo y a afirmar que la remoción del arzobispo era un castigo justo por su orgullo.

Solo una rápida huida le salvó de la violencia a manos del enfurecido populacho.

Según Genadio [ibídem], murió durante el reinado de Teodosio II (408-450).