es la constante de Rydberg para el hidrógeno (aproximadamente 109 677
, o 1,097 x 107 m-1), l = 2 y m un entero mayor que 2.
El fabricante de telescopios y físico Joseph von Fraunhofer (1787-1826) descubrió una serie de líneas oscuras (un espectro de absorción) presente en el espectro solar continuo.
El trabajo de Fraunhofer estimuló un gran interés en la espectroscopia y dio lugar al desarrollo de mejores técnicas e instrumentos.
Al final del siglo XIX, la espectroscopia había llegado a ser un campo de la física perfectamente desarrollado.
En 1885, Johann Jacob Balmer, descubrió una sencilla fórmula matemática que relacionaba las longitudes de onda de las líneas prominentes en el espectro visible y en el cercano al ultravioleta del gas hidrógeno.
(El hidrógeno tiene uno de los espectros atómicos más simples.)
donde B=364.56 nm, n=2 y m es un entero que toma los valores: 3, 4, 5, 6, ...
Las líneas correspondientes que se observan en el espectro visible del hidrógeno se denominan Series de Balmer.
Esto significa que no se había deducido de ningún modelo o teoría del comportamiento físico; más bien, Balmer ofreció su fórmula sólo como una relación matemática que era consistente con las observaciones.
En apariencia no había razón de por qué debía funcionar.
Al dar a conocer su fórmula, Balmer sugirió que quizá fuera un caso especial de alguna fórmula más general que se aplicara a otras series de líneas en otros elementos.
El espectroscopista sueco Johannes Robert Rydberg inició entonces la búsqueda de una fórmula con dichas características.
En 1889, a partir de la gran cantidad de datos disponibles, Rydberg encontró varias series espectrales que encajaban en una fórmula empírica que él demostró era equivalente a la fórmula de Balmer.
s i e n d o
Observaciones anteriores de otros espectroscopistas confirmaron series espectrales adicionales en el infrarrojo y el ultravioleta para el hidrógeno, lo que correspondía a otros valores de n1 = 1, 3, 4 y 5.
En 1900 se sabía que las fórmulas matemáticas podían proporcionar cálculos muy exactos de las líneas espectrales en el hidrógeno.
Sin embargo, en relación con la estructura atómica nadie había ideado ningún modelo que explicara la existencia de los espectros observados ni por qué la fórmula de Rydberg funcionaba tan bien.