Su condición de prototipo, diseño aerodinámico y las velocidades que podía alcanzar lo convierten en uno de los trenes más especiales entre los que ha tenido Renfe.
Fue adquirido con intención de investigar la viabilidad de trenes con caja basculante y las posibilidades que podía ofrecer este sistema en los pasos por curva y hasta cuánto se podían aumentar las velocidades en curva, ya que en España los trazados tienen gran cantidad de curvas y de poco radio debido a la orografía del país.
Debido a esto se abandonaron las pruebas y ensayos del sistema de basculación que tenía este tren.
Este tren acabó su vida tras estas pruebas debido al coste que implicaba el mantenimiento de una sola unidad en la serie.
Además, daba una cantidad de fallos considerable debido a que era un prototipo.