[1] En sus dos primeras encarnaciones el cargo realizó la mayor parte del trabajo secretarial.
Luego en 1919 se creó el puesto de secretario responsable para realizar labores administrativas.
[1] En 1934, el XVII Congreso del Partido no eligió a un secretario general[3] y Stalin fue un secretario ordinario desde entonces, aunque se mantuvo como líder del partido de facto, sin disminuir su propia autoridad.
Leonid Brézhnev lo sucedió en el puesto y este fue renombrado a Secretario general en 1966.
[9] Yuri Andrópov y Konstantin Chernenko se vieron obligados por protocolo a gobernar el país de la misma manera que Brézhnev lo había hecho.
Como presidente, Lenin nombró a Stalin secretario general debido a que apreciaba las capacidades organizativas de Stalin, pero también la forma despótica de su comportamiento (incluso describió esto en su testamento; “Stalin, como secretario general, ha concentrado en sus manos un inmenso poder, y no estoy seguro de que siempre pueda utilizar este poder con suficiente cuidado”).
Kámenev propuso leer la “Carta” a las delegaciones y así evitar su discusión abierta.
El 27 de diciembre de 1926, Stalin presentó nuevamente su dimisión: “Les pido que se me releve del cargo de Secretario General del Comité Central, debido a que considero que ya no puedo trabajar en este puesto”, pero nuevamente esta petición fue rechazada por el C.C.
Stalin normalmente no se refería ni firmaba con el título completo de su cargo en los documentos oficiales;[15] sino simplemente como "Secretario del Comité Central".
[22]El estatus oficial de Segundo y Tercer Secretarios del partido no fue concedido a Viacheslav Mólotov y a Lázar Kagónovich, quienes en realidad habían desempeñado el cargo de vicesecretarios.
[15]La lucha entre los líderes del país se intensificó a medida que Stalin planteaba cada vez más la cuestión de que, en caso de su fallecimiento, se necesitaba seleccionar sucesores en la dirección del partido y del gobierno; “Después de la guerra, Stalin se iba a jubilar y dijo: “Que Viacheslav trabaje ahora.
Muchos documentos permanecieron sin firmar durante mucho tiempo, y las reuniones del Consejo de Ministros no las presidía él, sino el primer vicepresidente Nikolái Voznesenski (hasta que fue destituido de todos los cargos en 1949).
Como Stalin empezó a alejarse de los asuntos cotidianos y los documentos oficiales permanecían sin firmar durante mucho tiempo, en febrero de 1951 decidió que tres líderes tenían derecho a firmar en su nombre: Malenkov, Beria y Bulganin.
Posteriormente, Jrushchov superó en maniobras a sus rivales, que intentaron desafiar sus reformas políticas.
El hecho de que el principal líder del país, Malenkov, fuera provocado para hacer tal propuesta contribuyó a que otros miembros del Presídium lo apoyaran.
Pudo eliminar por completo a una facción estalinista formada por Malenkov, Mólotov y Lázar Kaganóvich (denominada por él mismo como el "Grupo Antipartido") del poder en 1957, un logro que también ayudó a reforzar la supremacía del puesto de Primer Secretario.
Leonid Brézhnev sucedió a Jrushchov como primer secretario, pero inicialmente se vio obligado a gobernar como parte de un liderazgo colectivo, formando otra troika con el primer ministro Alekséi Kosyguin y el presidente del presídium del Sóviet Supremo Nikolái Podgorni.