Señorío de La Algaba

El nombre se refiere al actual municipio de La Algaba Después de que La Algaba fuese reconquistada en la primavera de 1247 por Fernando III fue cedida a su hijo Fadique, pero al morir éste volvió al poder real.

Años después, La Algaba vuelve a manos del poder real, aunque en 1336, Enrique II la cede a su criado Gonzalo Sánchez de Campaniello.

Juan de Zúñiga no aceptó, en un primer momento, el empeño de La Algaba y el Vado de las Estacas, cuyo testamento establecía que las donaciones por él hechas se deberían constituir en mayorazgo, y, por tanto, no se podían empeñar ni hipotecar.

Por esta razón se solicita licencia al Rey para que autorice el empeño de dichos lugares.

Respecto a los herederos del I conde de Niebla, seguían reclamando como suyos los lugares de La Algaba y Alaraz.