Señorío de Parla

El primer documento sobre Parla que se conoce, es un privilegio rodado promulgado por el rey Alfonso XI de Castilla, el 6 de enero de 1338 en Trujillo por el que se cede la aldea de Parla al cardenal Don Pedro Barroso por sus servios prestados a la corona como embajador, por su apoyo en la corte papal de Aviñón y por su participación en las luchas contra los musulmanes, siendo el primer señor de Parla con todos sus privilegios, así como la condición que se le otorga pasar el señorío a su descendencia o linaje, siendo los Barroso los señores de Parla por muchas generaciones hasta el fin del régimen señorial.El cuarto Señor de Parla nombrado en 1381 sería su hijo Garcí Fernández Barroso, que tenía exactamente el mismo nombre que su abuelo.[2]​ El quinto señor sería su hijo Pedro Gómez barroso que sería el segundo en llevar este nombre, el sexto señor sería su hijo Garcí Barroso y Fuensalida confirmado en 1424 que sería el tercero con este nombre.El séptimo Señor sería Pedro Gómez Barroso tercero en llevar este nombre en el cargo de sucesión confirmado en 1456 y que se casó con Doña Aldonsa de Ribera la hija del Señor de Malpica, desde entonces su decencia serían los Señores de ambos lugares.Los apellidos que muestran señoríos, condados o marquesados se utilizan como coletilla para justificar la herencia del linaje, pueden aparecer a veces con la suma de tales apellidos.El linaje de los señores de Parla llegarían a tener varios títulos nobiliarios el más destacable el de Marques de Malpica, aunque también disponían de ducados, condados y otros señoríos, en todos ellos disponían de tierras y casas en las que pasaban pequeñas temporadas o solo se utilizaban cuando iban a visitarlos, pues siendo ya marqueses disponían de viviendas principales como por ejemplo el Castillo de Malpica y el Palacio del Marqués de Malpica entre otras, aunque cabe destacar que en Parla existieron viviendas pertenecientes a los señores de Parla entre ellas la de Pedro Gómez Barroso, pues aparece reflejada en un documento en el año 1482 donde se le concede una licencia para sacar leña para su casa de Parla,[7]​ en la actualidad en el municipio parleño no queda ninguna casa con relación al señorío, a excepción en parte de una de las casas de Baltasar Barroso de Ribera, pues en su testamento donaría una casa con jardín y huerta ubicada en la Villa de Parla a Bartolomé Hurtado García que se encontraba lindando con la casa de recreo del susodicho y que mediante unas obras formarían una sola, que fue conocida como la casa grande.
Escudo de los señores de Parla a partir de ser también señores y marqueses de Malpica.
Último Señor feudal de Parla Joaquín Fernández de Córdoba.