El señorío de Ledesma fue un señorío jurisdiccional medieval establecido en torno al municipio de Ledesma, ubicado en la provincia de Salamanca, en España.
La villa de Ledesma comenzó a ser repoblada oficialmente por orden del rey Fernando II de León en 1161,[1] y perteneció a la Corona hasta que el rey Alfonso X "el Sabio" la cedió en forma de señorío a su hijo, el infante Don Pedro, que fue señor de Ledesma hasta su muerte, ocurrida en esta villa en octubre de 1283.
A la muerte del infante Pedro todos sus señoríos, incluyendo el de Ledesma, fueron heredados por su hijo, Sancho "el de la Paz", que falleció en 1312 sin dejar descendencia legítima,[2] por lo que todos sus señoríos volvieron a pertenecer al realengo por orden del rey Fernando IV "el Emplazado", primo carnal de Sancho,[3] y permanecieron en él durante casi dos décadas.
[6] En las Cortes de Valladolid de 1322, que fueron convocadas por el infante Don Felipe, tutor del rey Alfonso XI junto a Juan el Tuerto y Don Juan Manuel, los habitantes de los lugares de Ledesma, Salvatierra y Miranda, que habían pertenecido a Sancho "el de la Paz", y también los de Alba de Tormes, que había sido de Alfonso de la Cerda, solicitaron que sus villas no fueran entregadas a ningún miembro de la realeza, noble o eclesiástico, ya que deseaban pertenecer siempre al realengo como ya lo hacían en los reinados de Fernando III "el Santo" y de Fernando IV.
[14] Hubo varios señores de Ledesma entre los siglos XIII y XV:[15][16]