Las proteínas de señal de guía del axón consisten en moléculas secretadas y moléculas ancladas a la membrana con características tanto atractivas como repulsivas.
Son fundamentalmente moléculas adhesivas que en cierta forma «indican el camino» a seguir, como si fueran carreteras moleculares.
Son sustancias producidas por células pero no directamente fijadas a las membranas celulares.
La matriz extracelular es rica en moléculas grandes a las cuales se fijan los conos de crecimiento.
Las señales difusibles son moléculas marcadoras que establecen un gradiente químico de atracción o repulsión para los axones en crecimiento.