Se alimenta principalmente de bellotas, que son ricas en taninos, los cuales mantienen a las ardillas libres de gusanos parásitos: ascárides y taenias.
La ardilla zorro prefiere hábitats más abiertos, mientras que la ardilla gris prefiere áreas cubiertas de árboles.
La ardilla zorro acumula en sus huesos y en sus dientes porfirina, la cual produce un color rosa y rojo brillante en los huesos y los dientes cuando éstos se observan bajo la luz ultravioleta.
Se encuentra distribuida por toda la parte oriental de Norteamérica.
Se han descrito las siguientes subespecies:[2]