Pero sin duda, su logro más destacado fue el desarrollo de una vacuna antiaftosa con adyuvante oleoso.
Su contribución en fiebre aftosa no estuvo restringida al aspecto científico sino también en la elaboración y participación de los diferentes planes de lucha contra la enfermedad en el país y la región.
Su trayectoria fue reconocida en Argentina y en el exterior, donde obtuvo diferentes premios y distinciones destacándose la medalla de oro otorgada por la Organización Internacional de Epizootias en 1988 «a quien ha producido avances importantes en medicina veterinaria».
[4] Scholein Rivenson falleció a los 83 años de edad en Buenos Aires.
[1][2] En un comunicado, el INTA señala que «la atención del doctor Rivenson no fue dedicada exclusivamente a la vacuna antiaftosa.