Además de los fragmentos transcritos literalmente de esta última obra, se resumen en cierta manera los capítulos 101 a 274 (referentes a las virtudes teologales, las virtudes cardinales, los diez mandamientos, los pecados capitales y los sentidos corporales), como indica el estudioso Curt Wittlin.
[3] Este libro pertenece al género de los devocionarios, un género literario muy cultivado en la Edad Media tardía y especialmente popular entre las clases altas.
Bonllabi confirmó en su traducción de SCALA DEI en 1523 que había traducido la obra de Lemosín (la lengua que se usaba entonces en lo que hoy es Cataluña) a nuestra vulgar lengua Valenciana: “Novament traduit de Lemosi en nostra lengua vulgar Valenciana util i molt profitos pera contemplar les coses divines”.
(Nuevamente traducida de Lemosín a nuestra lengua vulgar valenciana, útil y muy beneficiosa para contemplar las cosas divinas).
Traducciones e impresos de Lulio en castellano y catalán fueron más tardíos.