Sabiñán

Su fundación se atribuye a Sabinius Sabinianus, un romano de Bilbilis.Se tiene documentación de que en dicho barrio existió una mezquita morisca.También llevan merecida fama las "Olivas negrales de Sabiñán" cosechadas en su término municipal.[1] (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).Las casas, muy apretadas y -en general- de estrechas fachadas, flanquean calles largas y, también, callejuelas sin salida o adarves que evidencian la influencia musulmana en la planta de casco urbano.Junto a Quevedo formó parte de la corriente literaria del conceptismo.Destaca su conocido libro El criticón, traducido a numerosas lenguas.En un inventario de 1562 ya se citan, junto al palacio, un lagar, eras y ruejo.Se exponía en una urna sobre una mesa de mármol en la Entresala contigua a la capilla.La nueva fábrica barroca se contrató en 1626, a cargo de Juan Segura.En el siglo XVIII se abrió la capilla del Rosario, debida a la familia Martínez.Se venera una astilla del Lignum Crucis (Cruz de Cristo).La Asociación Cultural Sabinius Sabinianus realiza esta excursión todas las noches de San Juan para leer “in situ” la trágica leyenda del Torreón de las Encantadas.Podemos continuar por el camino que sale de la estaca entre pequeños pinos hasta la cima para ver desde arriba los viveros de Jumanda y todo el valle del Jalón.La noche anterior se realiza una cena popular con bocadillos de chorizo y longaniza.La Asociación Cultural SABINIUS SABINIANUS realiza numerosas actividades culturales en Sabiñán, entre las que destaca la edición de la revista trimestral "Enebro" con 17 años de edición, editando en 2009 los números 61 al 64.
Torre de las Encantadas, Sabiñán.