Santuario de Belén (Almansa)

En él destaca su templo barroco, levantado en el siglo XVII, de planta rectangular, coro alto a los pies y magnífico retablo barroco de principios del siglo XVIII; es interesante el camarín construido en ese mismo siglo, con cúpula y vistosas pinturas murales y pavimento de buena azulejería.Las construcciones anejas son esencialmente de la misma época dieciochesca.En 1628, Juan Sánchez Pulido, llevado por su devoción profunda a la imagen, legó en testamento al santuario los bienes que poseía en sus inmediaciones, disponiendo que fuesen administrados por una Hermandad formada por los sacerdotes de Almansa.Entre 8 000 y 11 000 personas aprovechan para disfrutar un día al aire libre, en el que, además del tradicional arroz con carne y caracoles, también se degustan gazpachos manchegos, paella, gachamigas y carne asada, junto con otras viandas preparadas en casa para recuperar fuerzas a la sombra de la arboleda, tras recorrer todo el camino.Cada año se celebran dos romerías, la primera, en la que se traslada la imagen desde Almansa al santuario, tiene lugar el domingo siguiente al día 6 de mayo.