José de los Santos Guayama "el hombre que murió nueve veces" (ca.
Tras su muerte, adquirió caracteres míticos, y es objeto de culto popular en la región que habitara.
Luchó, entre otros, como lugarteniente del Chacho Peñaloza y Felipe Varela (es nombrado en la "Zamba de Vargas").
En las ermitas del desierto (las "travesías" cuyanas) sobrevive su imagen, y aún ahora, en El Rosario y la Asunción, durante las fiestas, los promesantes afirman que una figura de San Roque muy milagrosa "en realidad es Santos Guayama".
Una novela de Rolando Concatti, que recrea desde la "ficción histórica" aquella época y ese mito, se llama El tiempo diablo del Santo Guayama.