Santiago Lloveras

Desde joven se identificó con el Partido Unitario, aunque no fue perseguido por el caudillo sanjuanino Nazario Benavídez; fue elegido diputado provincial en 1851, y fue parte de la legislatura que depuso a Benavídez en ausencia, cuando se había marchado a firmar el Acuerdo de San Nicolás, y anuló todos los actos que este había ejercido en quince años de gobierno.

[1]​ Regresó algunos años más tarde, manteniéndose en contacto con sus amigos unitarios —que formaban el partido liberal— pero sin aceptar cargos políticos.

[1]​ En 1862 fue nuevamente elegido diputado provincial, durante el gobierno de Domingo Faustino Sarmiento.

Al estallar la revolución de los Colorados, el gobernador Rojo fue expulsado de la provincia por el jefe federal Juan de Dios Videla, al recuperar el mando provincial, Rojo intentó reorganizar un gobierno dividido por acusaciones cruzadas; por otro lado, persiguió con saña a quienes hubieran colaborado con los federales, aún a aquellos que se habían visto obligados a hacerlo.

Finalmente, la legislatura, con Lloveras al frente, lo forzó a presentar la renuncia.