Olga de Kiev

Las ceremonias para su recepción formal en Constantinopla aparecen descritas minuciosamente por el emperador Constantino VII en su obra De Ceremoniis.[2]​[3]​[4]​ La princesa Olga fue la esposa del monarca Ígor de Kiev, quien fue asesinado por los drevlianos.Olga respondió al mensaje con uno suyo: Tu propuesta me agrada, en efecto, mi marido no puede resucitar de entre los muertos.Vuelve ahora a tu barco, y permanece allí con un aspecto de arrogancia.Cuando terminaron ebrios y con autodefensa frágil, ella ordenó a sus seguidores que los mataran.La sitió con su hijo Sviatoslav por un año sin éxito; hasta que a Olga se le ocurrió una idea.Olga pidió los pájaros para que su ejército les atara un trozo de tela con azufre a las patas y así, prender fuego a la tela y liberarlos con la intención de quemar Iskorosten entera.Los pájaros volvieron a sus nidos dentro de la ciudad y, como cuenta la Crónica de Netsor, «No hubo casa que no estuviera consumida por el fuego, y era imposible extinguir las llamas, porque todas las casas se incendiaron a la vez».[9]​ La gente intentó huir de la ciudad fue atrapada, esclavizada y, a veces, asesinada.En la década de 950, Olga viajó a Constantinopla, la capital del Imperio Bizantino, para visitar al Emperador Constantino VII.[10]​ Una vez en Constantinopla, Olga se convirtió al cristianismo con la ayuda del Emperador y el Patriarca.Conversó con ella y comentó que era digna de reinar con él en su ciudad.El Patriarca, que la instruyó en la fe, le dijo: "Bendita seas entre las mujeres de Rus', pues has amado la luz y abandonado la oscuridad.La Princesa se inclinó ante el Patriarca, diciendo: "¡Por tus oraciones, Santo Padre, que pueda ser preservada de los artificios y asaltos del diablo!".En su bautismo, fue llamada Helena, en honor a la antigua emperatriz, madre de Constantino el Grande.
Santa Olga de Kiev