Durante la Guerra Civil Española, la talla del Cristo es destruida conservándose tan solo un dedo que se encuentra en el Altar de la Ermita.
En 1940 procesiona por primera vez la nueva talla del Santísimo Cristo de Valdelpozo hasta la actualidad.
En la Ermita se encuentran otras imágenes que, aun no perteneciendo a la Hermandad, reciben culto y devoción.
Para ello bajan al Cristo de su altar y desclavan de la cruz, cortan los brazos y esconden la talla en el pozo que se encuentra junto a la Ermita.
Pasada la guerra los vecinos sacan al Cristo del pozo, que se encuentra flotando sobre las aguas.