Se dice que al oír esto, Luján Pérez decidió denominar a su obra como la "Virgen de Gloria".
[4] La Virgen de Gloria reinterpreta un esquema popular en el siglo XVIII y acuñado en pinturas flamencas de la centuria anterior, del que aún perduran en Canarias estampas y publicaciones impresas que lo reproducen.
Con ello el tallista grancanario otorga una mayor variedad a su catálogo de obras y permite establecer una vinculación con importantes imagineros del siglo XVII como Pedro de Mena u otros que resultan cercanos en el tiempo como Salzillo, Juan Pascual de Mena, Jacome Vaccaro o Juan Alonso Villabrille y Ron, quienes recurrieron ocasionalmente a este modelo para esculpir algunas dolorosas con éxito.
[4] Lo que no está tan claro es su origen y cronología, puesto que los datos disponibles contradicen las ideas descritas en un primer momento por Santiago Tejera y otros autores.
Dichas referencias confirman que debió ser encargada por un comitente desconocido (tal vez la mayordomía parroquial o algunos devotos), ya que las mismas cuentas precisan la entrega de 30 pesos para ayuda del costo de la imagen.