[3] El control de los abades sobre el barrio finalizó en el 1339 cuando Pedro III recuperó los derechos reales.
En el año 1117, Ramón Berenguer III unió Sant Pere con el monasterio francés de La Grassa del Llenuadoc aunque siguió conservado abad propio.
Sant Pere contaba en 1835, fecha en la que se produjo su exclaustración, con un abad y cuatro monjes.
En el interior del templo se encuentran una serie de columnas, adosadas a la nave central, rematadas con capiteles decorados con motivos vegetales.
El piso superior tiene ventanas dobles y está decorado con arcuaciones de estilo lombardo.
El claustro es de pequeñas dimensiones aunque es una buena muestra del románico catalán.