En su origen fue una construcción de planta central, cuadrada, con cuatro ábsides semicirculares y cubierta con una cúpula octogonal sobre trompas[3] (iglesia tetralobulada).
Según Joaquín Pla Cargol, los contrafuertes exteriores de la nave son, probablemente, del siglo XV.
En el año 1515 el gremio renovó la capilla con un retablo encargado al ebanista gerundense Bernat Albar.
[4] Con todo, los bautizos, matrimonios y funerales solían celebrarse en San Pedro que, durante siglos, tuvo categoría de iglesia parroquial.
Su dintel muestra un león coronado que representa al gremio de curtidores.
Con la excepción del cimborrio, la obra está hecha con sillares pequeños y regulares, lo que le otorga un cierto carácter arcaico.