Leandro de Sevilla

[7]​ Isidoro debió nacer cuando la familia ya estaba en Sevilla,[7]​ pero escritos posteriores han situado su nacimiento en Cartagena, por lo que Leandro y sus hermanos han sido considerados como los Cuatro Santos de Cartagena.

[11]​ Los padres murieron prematuramente y Leandro tuvo que hacerse cargo de sus hermanos.

En el segundo año de su reinado, entre 568-569, Liuva I le dio a su hermano Leovigildo la mayor parte del territorio para que la gobernase.

[12]​ En 579 Leovigildo le entregó a su hijo Hermenegildo parte de la provincia Bética, donde se encontraba Sevilla, para que reinase en ese territorio.

[16]​ Para Juan de Bíclaro e Isidoro de Sevilla la rebelión fue ilegal e injusta, mientras que Gregorio Magno legitima la rebelión y considera a Hermenegildo un mártir.

En este sínodo se dispuso que los católicos que quisieran ser arrianos no necesitarían volver a bautizarse, siendo suficiente una ablución con imposición de las manos, una comunión con base en las creencias arrianas y adoptar la fórmula no trinitaria de "gloria al padre, por el hijo en el Espíritu Santo".

[18]​ Para atraer a obispos y personas influyentes católicas hacia el arrianismo se organizaron coloquios sobre doctrina.

[19]​[20]​ Debido al fracaso de estas medidas, Leovigildo comenzó una persecución contra los católicos.

Isidoro de Sevilla la relata del siguiente modo:[21]​ Gregorio de Tours, por su parte, narra la persecución con las siguientes palabras:[22]​ Según Isidoro, Leandro fue desterrado, pero se desconoce a dónde y el periodo.

Las dos personalidades sostuvieron correspondencia, aunque según Gregorio Magno sus obligaciones en la Iglesia católica le impidieron escribir a Leandro con más amplitud.

[30]​ Por esto, los historiadores Justo Pérez de Urbel y Ángel Custodio Vega han considerado que Leandro hizo un viaje a Constantinopla hacia el 595.

[34]​ Otro problema del III Concilio de Toledo fue si bautizar con una o tres inmersiones en agua.

[37]​ Todo parece indicar que en el III Concilio de Toledo no se aceptó como válidas las ordenaciones arrianas, ya que en el II Concilio de Zaragoza del 592 se dice que los presbíteros arrianos y los obispos debían ser bendecidos para poder serlo de la Iglesia católica.

[39]​ Los libros arrianos fueron condenados en el concilio pero no hay constancia de que fuesen destruidos por Recaredo.

[44]​ Isidoro dice que Leandro escribió muchos textos litúrgicos e incluso composiciones musicales.

[46]​ La tradición dice que Leandro pronunció esta homilía en el III Concilio de Toledo.

[47]​ Fue escrito por Leandro cuando era obispo para su hermana Florentina, que iba a profesar como religiosa en un convento de su diócesis.

[48]​ Esta obra cuenta con una explicación doctrinal sobre la virginidad, basándose en la vanidad del mundo y el desposorio con Cristo.

Habla acerca del trato de una religiosa con mujeres seglares, con varones y con jóvenes.

Dice que la consagrada debe tener una serie de virtudes como son el pudor, saber soportar la calumnia, no calumniar, no ser orgullosa, embellecer el alma con las virtudes cristianas, humildad, paciencia, templanza y saber evitar la murmuración.

[49]​ Pascasio Quesnel y Enrique Flórez atribuyen el Sermo in solemniis sancti Vincetii martyris a Leandro de Sevilla.

San Leandro de Sevilla. Escultura de Lorenzo Mercadante de Bretaña . Portada del Bautismo de la Catedral de Sevilla .
Escudo de la ciudad de Sevilla, con el rey san Fernando en el centro flanqueado por los obispos san Isidoro y san Leandro.