Su hija Bertrada de Laon, casada con Pipino el Breve (padres de Carlomagno) la donó en el año 752 a la orden benedictina y fue habitada por sus monjes.
La abadía estuvo siempre muy ligada a la familia real carolingia y disfrutó de su favor especial.
Para gestionar las extensas posesiones de la abadía, contaban con conventos filiales en Revin (Francia), Güsten en Jülich, Münstereifel, Kesseling en el Ahr y Altrip.
La abadía fue también famosa por sus escuelas, donde se educaron los hijos de la dinastía carolingia y la nobleza.
En Prüm vivían, entre otros, San Markward, el consejero de Luis el Piadoso, el santo Adon de Viena, Ansbald y Hungerus Frisus, así como el poeta Vandalberto.