Tras su segunda devastación por los danes, el abad Faraberto dimitió de su cargo y Regino fue elegido sucesor suyo en 892.
Sus trabajos para la restauración de la devastada abadía fueron obstaculizados por las luchas entre partidos contendientes en Lorena.
Richarius fue nombrado abad, Regino dimitió y se retiró a Tréveris, donde sería honorablemente recibido por el arzobispo Ratbod de Tréveris y nombrado abad de San Martín, una casa que había reformado.
Apoyó al arzobispo en sus esfuerzos por llevar a cabo una reforma eclesiástica en esta era problemática, reconstruyó la Abadía de San Martín, que había sido destruida por los normandos, acompañó al arzobispo en sus visitas y dedicó su ocio a la escritura.
Del segundo libro (741-906), la primera parte es un largo extracto de los Anales Reales Francos hasta 813, y la segunda, de 814 en adelante, es original y valiosa, aunque achaca incertidumbre en su cronología.