Allí es llamado con el título bizantino de "Arconte de Bulgaria", que usualmente se traduce por "gobernante", y en los siglos X y XI también como "Kniaz" ("кънѧѕь", kъnędzь).[1] En las fuentes búlgaras de este período, Boris I es llamado "Kniaz", y durante el Segundo Imperio Búlgaro, "Zar".Cuentan las leyendas que con mano severa, callando su corazón de padre e imponiendo su deber ante la tierna nación búlgara cristiana, castigó a su hijo Vladimiro sacándole los ojos y le pasó el título de zar a su hijo Simeón.El tiempo demostró que el padre, el viejo rey Boris Mijail, había tomado una decisión sabia ya que el rey Simeón I se convirtió en uno de los reyes más grandes y brillantes de la historia.Boris I de Bulgaria es considerado santo en las iglesias ortodoxa y católica, y su fiesta se celebra el 2 de mayo.