Juan Francisco Régis

[3]​ Al terminar el noviciado cursó casi un año de Retórica en Cahors.[4]​ Trabajó como enfermero en la epidemia de peste bubónica que asoló Toulouse en 1631.En el invierno de 1633 fue misionero en Sommières, donde prácticamente toda la población era hugonote.Logró algunas conversiones al catolicismo y confirmó a otros católicos en su fe.Durante tres años, predicó en los pueblos de la región, entre los cuales estaban Saint-Gineis-en-Coiron, Saint Laurent, Darbres, Aubenas, Le Cheylard, Vinezac, Largentière, Chassiers, Uzer, Joyeuse, Sablières y Pourcharesses.[6]​ Recaudaba dinero y comida de la gente próspera para dársela a los pobres.Realizó apostolado entre prostitutas, lo cual hizo que fuese amenazado de muerte e incluso atacado por los proxenetas.[6]​ En 1635 Juan Francisco pasó a Le Cheylard, que también era de mayoría hugonote.Fue recorriendo las zonas rurales de la región predicando y ayudando a los necesitados.[6]​ Jean-François Régis había establecido una reserva de trigo para alimentar a los pobres.[11]​ La devoción popular a Juan Francisco Régis comenzó el día de su muerte.La actual basílica se comenzó a construir en 1865 y fue consagrada en 1877 con el nombre de san Juan Francisco Régis.Una vez en el santuario, le pidió al santo ayuda para terminar sus estudios.[14]​ En sus últimos días, Juan María Vianney dijo "todo lo que he hecho se lo debo a él".[8]​ En su juventud san Marcelino Champagnat, fundador de los maristas, peregrinó dos veces con su madre a la tumba de san Juan Francisco Régis, a comienzos del siglo XIX.