Juan Crisóstomo
Su enfrentamiento con la corte del emperador Arcadio y de su esposa Elia Eudoxia resultó en su destierro.Reinstalado en su sede episcopal temporalmente, fue por último depuesto y exiliado hasta su muerte.[3] Ese término proviene del griego chrysóstomos (χρυσόστομος) [jrisóstomos], y significa ‘boca de oro’ (χρυσός: jrüsós 'oro' y στόμα: stoma 'boca') en razón de su extraordinaria elocuencia que lo consagró como el máximo orador entre los Padres griegos.En aquel entonces, dicha ciudad era la segunda más importante del Imperio Romano de Oriente.Libanio quedó maravillado con la elocuencia de su discípulo y previó para el mismo una brillante carrera como estadista o legislador.Durante su misión como obispo mostró gran preocupación por las necesidades espirituales y materiales de los pobres.Constantinopla, fundada por Constantino I el Grande en 330 en el lugar que ocupaba Bizancio, al convertirse en la capital del Imperio Romano de Oriente pasó a ser la principal sede episcopal del Oriente y se convirtió en el centro de la teología oficial, las intrigas palaciegas y las controversias teológicas.Se puede decir que Crisóstomo se caracterizó por denunciar las ofensas de las instancias superiores y su actitud condujo a que se creara una alianza en su contra entre Eudoxia, Teófilo y el clero molesto quienes convocaron un sínodo en 403 y acusaron a Crisóstomo de favorecer las enseñanzas de Orígenes.Sus últimas palabras fueron: Doxa to theó pantοn héneken (Gloria a Dios por todo) [Palladius, xi.Durante sus primeros dos años como presbítero en Antioquía (386-387), Juan Crisóstomo denunció a judíos y cristianos judaizantes en una serie de ocho homilías entregadas a cristianos en su congregación que participaban en festividades y celebraciones judías.Se discute si el objetivo principal era específicamente judaizantes o judíos en general.Sus homilías se expresaron de la manera convencional, utilizando la forma retórica intransigente conocida como los psogos (griego: culpa, censura).Esto provocó la introducción de legislaciones antijudías y regulaciones sociales, aumentando la separación entre las dos comunidades.Como solo había otras dos personas ordenadas en Antioquía legalmente reconocidas como autorizadas a predicar el cristianismo, Crisóstomo pudo llegar a la mayoría de la población local, especialmente con sus habilidades en el arte de la oratoria.En griego sus homilías se titulan Kata Ioudaiōn (Κατὰ Ἰουδαίων), traducidas al latín como Adversus Judaeos, y Contra los Judíos, en castellano.El primer editor benedictino de las homilías, Bernard de Montfaucon, incluyó la siguiente nota al título Adversus Judaeos: «Un discurso contra los judíos, pero pronunciado contra aquellos que fueron judaizantes y hacían ayunos con ellos [los judíos en Yom Kipur]».El clérigo anglicano James Parkes llamó a los escritos de Crisóstomo sobre los judíos "las denuncias más horribles y violentas del judaísmo que se encuentran en los escritos de un teólogo cristiano".