Fue sin duda el vado más frecuentado en las rutas que unían el norte y el sur del país: todavía el Río Negro era en ese lugar un fino hilo de agua...
La represa Rincón del Bonete, inundó en 1945 las zonas bajas cercanas y cambió el paisaje de San Gregorio.
Ese espejo de agua, que tiene unas ciento vente mil hectáreas de extensión, con kilómetros de blancas arenas que rodean la península, ofrece a turistas y lugareños un escenario ideal para disfrutar el sol y el agua durante el verano, pero también admirar el paisaje en cualquier época del año.
Los mismos fueron realizados por artistas internacionales y locales como Dumas Oroño, Tola Invernizzi, Clever Lara, Gustavo Alamón, Gustavo Alsó, Felipe Ehrenberg, Colombino, Augusto Esolk, Tomás Blezio, Muros para Mirar (Mercedes Graña, Mariana Ferraro, Magdalena Strauch, Olga Aguiar, Enrique Souberville, Susana Ximenez y Roque Villamil), alumnos y maestros de la Escuela Nacional de Bellas Artes, Ignacio Díaz Rábago, Marylin Líftron, entre otros.
Hay preocupación por las consecuencias que podría acarrear en este balneario el megaproyecto de UPM 2.