Es el barrio más pequeño del centro histórico intramuros, pero a su vez, el de mayor densidad de monumentos, principalmente por ser un espacio por concentrar una alta función comercial, política y económica desde los orígenes de la ciudad, y que sigue en la actualidad.
Situado en la zona sureste del antiguo recinto amurallado, entre los barrios de San Marcos y del Salvador.
Dentro del barrio de San Dionisio se encuentra la antigua judería jerezana.
El trazado del barrio está definido por la antigua muralla, con acceso a la antigua Puerta Real, así como las calles Algarve y Consistorio de intramuros.
Convirtió una antigua mezquita en la actual iglesia de San Dionisio y aglutinó en ella la collación con el mismo nombre.