La plaza del Arenal tomó forma como terreno a las afueras de la ciudad amurallada, en el lugar en que se solían realizar enterramientos islámicos.
[1] Se encontraba cerca del Alcázar de Jerez, donde se hospedarían los reyes y otros ilustres visitantes y junto a la puerta Real, que separa por un foso,[2] comunicaría la plaza con la actual calle Consistorio.
Hasta 1593 los torneos, duelos o espectáculos ecuestres y taurinos podían se celebrados en la plaza del Mercado, el Llano de San Sebastián (actualmente Alameda Cristina) o en la plaza del Arenal.
[5] Monarcas como los Reyes Católicos, Felipe V, Carlos III, Isabel II o Alfonso XII fueron recibidos en la plaza del Arenal, engalanada.
[6] Después fue retirado, restaurado y recolocado durante el remodelado de la plaza a principios del siglo xxi, creando cierta polémica por sus tintes franquistas.