Salvador de Ribera y Dávalos

Este asunto originó un gran escándalo, por lo que fue llamado a España y en su reemplazo fue nombrado otro provincial.Se mostró severo en los asuntos de moral, aplicando drásticas medidas disciplinarias contra los transgresores.[2]​[4]​ Otro ejemplo de su severidad concerniente a la moral fue cuando logró que la autoridad virreinal expulsara del país a una mujer casada, por haber mantenido relaciones escandalosas con el inquisidor Antonio Gutiérrez de Ulloa.Luego viajó a España, llevando la recomendación del virrey para que se le otorgara un obispado.En Panamá permaneció varios meses debido a una grave enfermedad que le aquejó.[5]​ Al igual que en el Perú, en Quito causó mucho revuelo por su severidad en la defensa de la moral.