Aún no se han logrado realizar saltos más altos desde la mesósfera o la termósfera, aunque la empresa Orbital Outfitters ya está trabajando en el desarrollo de un traje que permitiría realizar saltos estratosféricos seguros.
Además, dependiendo del peso del paracaidista y debido al reingreso suborbital el traje también debería ser probablemente ignífugo para permitir sobrevivir al gran calor provocado por una eventual reentrada a la atmósfera de la Tierra.
A medida que el cuerpo del paracaidista atraviese la fina capa atmosférica inicial hasta el aire más denso que se encuentra en la parte de la atmósfera más cercana a la superficie terrestre, podría desacelerarlo tan súbitamente que podría llegar a experimentar fuerzas G positivas o negativas que oscilen entre los valores 2 y 8 8, posiblemente contribuyendo a causar eventuales desmayos u otras posibles complicaciones relacionadas con la presión.
Los requerimientos del mismo serían facilitados hasta cierto punto de alguna manera cuando se realizase un salto desde una menor altitud, donde el calor generado por el reingreso sería considerablemente menor que el de un salto en la órbita terrestre.
No obstante, tal planificación no avanzó más allá de la etapa del diseño conceptual dadas las altas energías involucradas en el reingreso a partir de altas velocidades orbitales.