[1] Actualmente, el pie ha sido sustituido en casi todo el mundo por las unidades del Sistema Internacional (SI), salvo en el uso corriente en algunos países anglófonos, donde equivale a 30,48 cm.
Todavía ahora es la unidad de medida empleada en aeronáutica para hacer referencia a la altitud.
[3][4] El pie está reconocido como una expresión alternativa de longitud en Canadá,[5] definida oficialmente como una unidad derivada del metro[6] aunque tanto el Reino Unido como Canadá han metrificado parcialmente sus unidades de medida.
Históricamente, el cuerpo humano se ha utilizado para proporcionar la base para las unidades de longitud.
Los arqueólogos creen que, en el pasado, los habitantes de Egipto, India y Mesopotamia preferían el cúbito, mientras que los habitantes de Roma, Grecia y China preferían el pie.
Según la creencia más popular, se originó tras un descanso en una extenuante jornada de trabajo.
Originalmente tanto los griegos como los romanos dividieron el pie en 12 pulgadas, pero en los últimos años, los romanos también lo dividieron en 12 unciae (de donde deriva la palabra castellana «onza» y las inglesas inch, ‘pulgada’, y ounce, ‘onza’).
Al mismo tiempo, los edificios monásticos usaban el pie carolingio de 340 mm.
Esta era 2 ppm más corta que la definición anterior de EE.
UU. y 1,7 ppm más larga que la definición británica anterior.