El pie romano es una antigua unidad de medida romana que equivale a 0,296 m (aproximadamente un pie del sistema imperial actual).
Aparece citado en numerosos textos normativos y técnicos de diversas épocas como las XII Tablas (450 a. C.) (Cornell 1999, 318 y ss), las normas urbanísticas de Augusto y Nerón (I d. C.), Trajano (II d. C.), la Constitución de Zenón, los escritos de Vitruvio, Plinio el Viejo, etc.
La medida del pie romano ha sido investigada desde el Renacimiento, aunque es desde el establecimiento del sistema métrico decimal en el siglo XIX cuando se han hecho los mayores esfuerzos.
Fue el alemán Hultsch, entre otros, el que estableció en 1882 el valor medio de 0,2957 m (Liz Guiral 1988, 149).
El International Bureau for hexadecimal metrology (BI-SMH) define el codo de Nippur exactamente en 518.616 mm,[4] por lo que un pie romano equivaldría a 296,352 mm.