Denominada así por creerse que estimula, o vigoriza, el apetito.
[1] Se trata de una salsa que puede prepararse (y servirse) tanto caliente como fría.
Se suele emplear al servir carnes (tanto frías como calientes), es muy popular en la cocina francesa en las manitas de cordero.
Se baten ambos líquidos y cuando estén mezclados se añaden elementos ácidos en forma de encurtidos, como pueden ser alcaparras y/o pepinillos.
En recetarios modernos se suele emplear vino blanco y perifollo.