Salomé con la cabeza del Bautista (Sebastiano del Piombo)

La obra es referida a 1510 aproximadamente sobre la base de la similitud de la modelo con la Magdalena en el Retablo de San Juan Crisóstomo, pintado por el joven Sebastiano del Piombo en esos años.

Podría tratarse de la amante del pintor en ese momento.

No es seguro que, como sucede en otras obras posteriores, la cabeza del Bautista, también de fisionomía fuertemente caracterizada, contenga necesariamente un autorretrato del artista.

Retratada a media figura y de perfil con la cabeza girada hacia el espectador, coherentemente con los estudios compositivos que se encuentran también en el retablo de la iglesia veneciana, la joven ocupa la mitad de la escena sobre el fondo de una pared oscura, mientras la mitad derecha, hacia la cual se extienden los brazos que sostienen la bandeja con la cabeza masculina decapitada, está ocupada por una bella vista de la campiña al crepúsculo, en la cual se aprecia un edificio rural y algunos árboles jóvenes.

La obra ingresó en el museo en 1910, con el legado Salting.