Salinas de Léniz

En la actualidad ya no se explotan comercialmente y son sede de un museo.

En paralelo a su nombre castellano e históricamente oficial, al hablar en lengua vasca se le llamaba al pueblo Gatzaga,[4]​ palabra que significa en este idioma salina, sitio con sal; de gatza (sal) y el sufijo locativo -aga.

[5]​ El apelativo de Léniz hace referencia al nombre del valle en el que se encuentra enclavada la población.

En la actualidad, la denominación «valle de Léniz» o «Leintz» se utiliza en contextos históricos.

En otros contextos es más habitual la expresión «comarca del Alto Deva».

Según algunos filólogos como Julio Caro Baroja, Léniz pertenece a la serie de topónimos vascos que tienen una terminación en -iz.

En la zona vasconavarra, Caro Baroja consideraba que los sufijos -oz, -ez e -iz aplicados a la toponimia indicaban que en la antigüedad el lugar había sido propiedad de la persona cuyo nombre aparecía unido al sufijo, pudiéndose remontar su origen desde la Edad Media hasta la época del Imperio romano.

En este caso concreto propuso que podría provenir de Lenicus.

En la década de 1980 el municipio cambió su denominación oficial del castellano al euskera adoptando el nombre de Leintz Gatzaga, siendo Leintz la forma vasca del nombre Léniz y Gatzaga el nombre equivalente a Salinas, que se había venido usando tradicionalmente al hablar en euskera para referirse al pueblo.

Salinas se encuentra en una ubicación montuosa, con empinadas laderas, boscosa y casi sin terreno llano.

Salinas de Léniz cuenta con un pequeño casco urbano formado por cuatro calles y una plaza que se corresponde con la antigua villa amurallada.

Las salinas que dan nombre a la población se explotaron desde al menos la Edad Media y son la principal razón en la fundación de esta villa, que se produjo en 1331.

Salinas estuvo bajo dominio señorial hasta 1493, cuando recuperó su condición de villa real.

La torre del conde fue derribada y en su lugar se construyó el palacio Elexalde.

Tras este último incendio se decretó la obligatoriedad de construir en piedra dentro del casco urbano.

Casi la mitad de la población trabaja en el sector industrial, pero lo hace en su gran mayoría en los municipios del entorno.

El pueblo cuenta con un frontón cubierto y con un campo de tiro al plato.

El pueblo también cuenta con su propia subida a Salinas que se suele celebrar cada año.

Ermita de santa Columba, y río Deva en Dorleta.
Vista desde la carretera foral GI-627.
Caserío fuera del casco urbano.
Calle y portal de Salinas en 1915. Fotografía: Indalecio Ojanguren
La misma calle en 2010.
Santuario de Dorleta.