Hanzō es revivido por el Edo Tensei de Kabuto Yakushi para que luchara en la Cuarta Guerra Mundial Shinobi.
Chiyo delata los movimientos de Hanzō y éste se enfrenta cuerpo a cuerpo con Mifune, el cual rompe su kusarigama y le hace un gran corte en la cara.
La perforación de la bolsa hizo que Hanzō quedara paralizado por el veneno, lo que fue aprovechado por los ninjas de la Gran Alianza Shinobi para sellarlo y liberar su alma del Edo Tensei.
Los denominados tres Sannin (Jiraiya, Orochimaru y Tsunade) no fueron rival para él, sobreviviendo a duras penas.
Empleaba el arma tanto de forma ofensiva como defensiva, o incluso para inmovilizar a los oponentes.