Aloe

Las inflorescencias pueden ser cónicas (A. arborescens, A. maculata), cilíndricas (A. broomii, A. suzannae) globulares (A. striata, A. capitata, A. helenae).De allí habría pasado al latín ălŏē, ēs con la misma acepción, y que, en sentido figurado, significaba también ‘amargo’.[8]​ La palabra griega provien del Hebreo אֲהָלִים (ʾăhālîm) o ohel (אהל), frecuentemente citado en textos bíblicos.[11]​ El Sistema de clasificación APG IV (2016) ubica al género en la familia Asphodelaceae, subfamilia Asphodeloideae.Las especies que alguna vez estuvieron incluidas en Aloe, como Agave americana, se han trasladado a otros géneros.[13]​ Los estudios filogenéticos moleculares, particularmente a partir de 2010, sugirieron que, como estaba entonces circunscrito, el Aloe no era monofilético y debería dividirse en géneros más definidos.[14]​ Estas plantas se cultivan frecuentemente como ornamentales tanto en jardines como en macetas, por su atractivo y dureza.Tanto la pulpa transparente interior como la resina amarilla exudada al cortar unas hojas se usa externamente para aliviar dolencias de piel.Su efecto calmante es casi inmediato, además de aplicar sobre las heridas una capa que se supone reduce los cambios producidos por cualquier infección.
Inflorescencias de aloe y un colibrí , en Pisco Elqui , Chile.