De vida efímera, se hundió en un accidente sin haber cumplido un mes desde su asignación a la Marina Imperal alemana.
Fue botada como fragata blindada, pero posteriormente fue reclasificada como Panzerschiff (buque acorazado).
Se supo más tarde que el joven oficial que dirigía en ese momento el König Wilhelm se había desorientado y había tomado el rumbo equivocada, a pesar de sus órdenes recibidas de virar a estribor.
El mayor König Wilhelm impactó en el lateral de su compañero, desgarrando el blindaje del Grosser Kurfürst.
El daño era fatal, y el buque comenzó a hundirse rápidamente, mientras los demás buques de la escuadra intentaban rescatar a los supervivientes, apoyados por embarcaciones que partieron de Sandgate y Folkestone.