[4][5] Pero finalmente se decidió que cada país construya su propio satélite.Argentina reinició su programa espacial con la serie "SAC" (Satélites de Aplicaciones Científicas) en 1991,[7] siendo los primeros satélites de la familia el SAC-B, SAC-A y SAC-C. A medida que el último proyecto fue avanzando, la CONAE utilizó las facilidades del Instituto Nacional de Investigación Espacial del Brasil para realizar pruebas ambientales del satélite.[14] Ese mismo año, la CONAE abandonaría el uso de la nomenclatura SAC-E.[1] A pesar de este avance por el lado argentino, la agencia brasileña mantiene parado el proyecto.[16] SABIA-Mar 1 será construido por la empresa argentina INVAP, donde ellos actúan como el contratista e integrador principal, brindando dos instrumentos al satélite.