[1] Ese día se crea la Comisión Antepreparatoria, formada por 40 personas a las que se les encomienda: Promover el Sínodo, realizar una amplia consulta sobre los temas a tratar y preparar el Estatuto del Sínodo.
Los principales objetivos que se trataron fueron: La adecuada recepción del Concilio Vaticano II de un modo global y sistemático, la entrada al tercer milenio del nacimiento de Cristo con una renovación espiritual de la diócesis, celebrar por primera vez desde la erección de la diócesis un Sínodo diocesano y dar respuesta adecuada a los profundos cambios sociales, políticos y culturales que repercuten en la vida religiosa.
[1] Se realiza una solemne procesión desde la Plaza del Adelantado hasta la Santa Iglesia Catedral, presidida por el obispo de la Diócesis Felipe Fernández García, el obispo emérito Damián Iguacen Borau y el Arzobispo de Zaragoza y presidente de la Conferencia Episcopal Española Elías Yanes Álvarez.
Tuvieron lugar diversos actos religiosos, culturales y lúdicos, por distintos lugares de la ciudad.
El acto principal tuvo lugar el 17 de mayo, día en que se celebró una misa solemne y multitudinaria en la Plaza de La Concepción para conmemorar dicha efeméride.