[2] Pueden existir algunas variaciones en cuanto a qué formas de infarto del miocardio (MI) son clasificadas como síndrome coronario agudo.
[3] El SCA debe ser distinguido de la angina estable, que ocurre durante esfuerzo físico y remite con el descanso.
El síntoma cardinal del flujo sanguíneo disminuido hacia el corazón es dolor en el pecho que se experimenta como opresión alrededor del pecho que puede estar o no irradiado hacia el brazo izquierdo y al ángulo izquierdo de la mandíbula.
Esto puede estar asociado con diaforesis (sudoración), náusea y vómito, así como disnea (dificultad para respirar).
La descripción de dolor en el pecho, como presión, tiene poca utilidad en el diagnóstico porque no es específico para el SCA.
[5] El diagnóstico del síndrome coronario agudo debe estar inmerso dentro del enfrentamiento del dolor torácico, el cual incluye patologías de alta morbimortalidad (SCA, TEP, síndrome aórtico agudo, neumotórax, mediastinitis, etc.) y el diagnóstico moderno, sin dejar de lado estas otras patologías, se basa en 3 pilares: la presentación clínica, un electrocardiograma y un marcador biológico (de estar disponible, troponina altamente sensible).
[11] Las personas que presentan el SCA normalmente son tratadas con aspirina, clopidogrel, nitroglicerina, entre otras.
Si el electrocardiograma cambia sugestivamente de infarto al miocardio, esto provocaría elevaciones en ciertas ramas o aspectos por así decirlo y se presenta un bloque en el lado izquierdo o en un verdadero posterior produciría trombolíticos que pudo haber sido ocasionado primero por una angioplastia primaria coronaria que se pudo haber formado.
Se encontró que la trombólisis tiene una cierta relación directa con el STEMI, en comparación al PCi con el control de caso.
La cocaína asociada con la ASC es manejada similar con los pacientes con este síndrome excepto los bloqueos beta, ya que funciona como la morfina y desencadena una estimulación para bajar el dolor mismo.