[5][6] Las causas pueden incluir la disección aórtica, el hematoma intramural, una úlcera aterosclerótica penetrante o un aneurisma torácico que se ha vuelto inestable.
[7] Las causas potenciales del SAA amenazan la vida y se presentan con síntomas similares, por lo que es difícil distinguir la causa definitiva, aunque la tomografía computarizada de alta resolución puede utilizarse.
[10] El SAA pone en peligro la vida, tiene una alta tasa de mortalidad si aparece de forma aguda, la cual reduce sólo cuando se diagnostica a tiempo y es tratado por un cirujano con una pericia considerable.
[3] Si los pacientes sobreviven a la presentación aguda, dentro de tres a cinco años el 30% presenta complicaciones y requiere de un seguimiento cercano.
[3] El diagnóstico precoz es esencial para la supervivencia y el manejo es un reto, aunque un mayor conocimiento del síndrome y una mejoría de las estrategias de manejo están mejorando los resultados de los pacientes.