Tornaviaje

[1]​ Entre los tornaviajes históricos más destacados se encuentra el de Cristóbal Colón, quien, aprovechando los vientos alisios a la altura de las islas Canarias para su viaje hacia el Nuevo Continente, sabía que para su tornaviaje[2]​ contaría con lo que más tarde, hacia finales del siglo XVIII, se llamaría la corriente del Golfo,[3]​ aunque fue documentada por primera vez en 1513 por Antón de Alaminos, el piloto de Juan Ponce de León, poco después de descubrir las costas de Florida.[3]​ Por otra parte, una vez descubierto el archipiélago filipino y la ruta para llegar a él a través del paso en el extremo meridional de América por Magallanes en su expedición (1519-1522), interesaba descubrir la ruta de retorno hacia el este hasta América, ya que el Tratado de Tordesillas impedía a España el establecimiento de una ruta marítima por el oeste, porque pasaría por la zona de jurisdicción portuguesa.En el viaje de ida del Galeón, se mandaba de la Nueva España y Perú a las Filipinas la plata necesaria para abastecer a la Capitanía General de Filipinas.La posterior llegada de Urdaneta a Acapulco produjo la reacción de éste y el inicio de un pleito (formalmente de Legazpi contra Arellano) que germinó en la que puede denominarse Conspiración del Tornaviaje, que eliminó toda referencia a Arellano y dio primacía absoluta a Urdaneta.En 1813, las Cortes de Cádiz decretaron la supresión del Galeón, decisión ratificada por Fernando VII el año siguiente; en 1815 llegó a Manila el último galeón, el San Fernando, también conocido como el Magallanes, pero tuvo que regresar de vacío a España porque las autoridades de Acapulco requisaron la mercancía que traía por última vez de las Filipinas.
Ruta de tornaviaje de Manila, en Filipinas, a Acapulco, en México.