Fue internacional con los Springboks en los años 1990, se consagró campeón del mundo en Sudáfrica 1995 y su técnico en Australia 2003.
Christie lo convocó a los Springboks en 1994, debutó en Dunedin (Nueva Zelanda) contra los All Blacks y les marcó un try.
Jugó en tres partidos incluyendo la final, donde vencieron a Nueva Zelanda, y se consagró campeón del mundo.
En Australia 2003, a pesar del duro entrenamiento y la disciplina impuesta a los jugadores, la selección demostró estar deficiente precisamente en términos de condición física y fue eliminada en cuartos de final por los All Blacks.
En el campamento del ejército Sudafricano los jugadores recibieron instrucción militar en pleno invierno, siendo sometidos a condiciones humillantes como arrastrarse desnudos en el barro para «templar el cuerpo y la voluntad».