Apenas aprende las primeras letras, ingresa en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús, en La Grita donde queda interno.“Tal vez por esa extraordinaria condición del Padre Jáuregui, su recuerdo en Rubén González fue perenne.Jáuregui influyó más que nadie en el espíritu y en la mente de Rubén González”.Ávido por conocimiento, adquiere parte de la biblioteca del connotado Pedro María Morantes(Pío Gil).Gracias a amigos comunes entabla relación con el General Cipriano Castro, quien para la época se encontraba exiliado en Colombia.Y este responde al telegrama diciéndole: «Si yo no tengo autoridad ni siquiera para nombrar mi Secretario General, ahí te queda tu Presidencia…» Rubén pone el cargo a la orden, pero no es aceptada su renuncia.Parte a Colombia donde se exilia en El Escobal, pueblo limítrofe en la frontera colombo venezolana; donde permanecerá hasta 1917.[3] No mucho tiempo después Rubén González concluye, haciendo gala de su sagaz visión analítica, que el tiempo de las guerras civiles en Venezuela ha terminado y según demuestra la historia no se equivocó.Es considerado como una ficha política nacional y por tanto pasa a formar parte del Gabinete Ejecutivo.La estrategia llevada a cabo durante la estadía de González Cárdenas en esta cartera representó un hito en la política educativa en Venezuela por su gran repercusión en el sector.La reforma impulsada por González Cárdenas a la legislación estuvo vigente por 16 años, hasta 1940.Rubén González hace que la Ley Orgánica de la Instrucción Pública declare expresamente que la función examinadora para el otorgamiento de Certificados y Títulos Oficiales, corresponde únicamente al Estado”.“Dictó una disposición en la cual se reserva a los venezolanos por nacimiento la exclusividad para enseñar estas cátedras y otras relacionadas íntimamente con la República y sus instituciones, ante la labor destructiva que hacían los profesores jesuitas”.Mediante decreto reabre el colegio donde estudió, hoy Liceo Militar Jáuregui.González Cárdenas de inmediato reacciona ante una exigencia que considera inconstitucional y en reunión con Gómez y le dijo: “General, se hará como usted dice, pero tendrá que nombrar hoy mismo un nuevo Ministro de Instrucción, porque eso va contra mis convicciones jurídicas”.Actuó sin mezquindades y cuando desarrolló ideas de otros, nunca lo negó.Luchó por una escuela venezolana que se alejara de manera definitiva del yugo colonial.Esta acción es una síntesis de quien fuese Rubén González: un patriota a carta cabal.Empezó su gestión como Ministro en medio de gran turbulencia política, pues al finalizar su período presidencial en 1929, el General Juan Vicente Gómez había decidido retirarse a Maracay.Aunque nada se le había dicho, todo apuntaba que González Cárdenas sería el próximo Ministro de Interior y así fue ratificado en una carta cerrada que Gómez envió a Juan Bautista Pérez con las nuevas designaciones.A su llegada, Rubén González reorganiza el ministerio y crea una nueva dirección, pues las dos existentes eran insuficientes.Mantuvo varias reuniones con los Obispos para cambiar esta situación, pero no fue escuchado y en defensa de sus ideas, se enfrenta a la Iglesia, pues lo creyeron anti clerical y carente de principios religiosos, cuando era todo lo contrario.En agosto de 1929, Rubén González empieza a tener fuertes diferencias con sus compañeros del gabinete ejecutivo.Paralelamente, Rubén González emprendió la tarea de codificador que, lamentablemente, no logró promulgar.Desde entonces comienza para Rubén González Cárdenas una dura etapa, porque luego de un merecido descanso, se encuentra sin nada que hacer.Lo salvó de ser perseguido su relación con el General Juan Vicente Gómez.Lo querían alejar de su patria, pero él solo se embarcó rumbo a Europa en 1934 por algún tema médico que acabó con su vida.Sus restos descansan en el Cementerio General del Sur y 26 años más tarde, lo acompañaría su esposa.Retrato al óleo realizado por Marcos Bontá descansa en el Paraninfo de la ULA.